Durante las fiestas decembrinas es probable que viajes por vacaciones o quizá tengas que tomar un vuelo por cuestiones de trabajo. Sea cual sea tu plan, es importante que evites las molestias que te provoca el estar mucho tiempo sentado.
Transportarse en avión puede resultar emocionante, pero también incómodo. Los asientos son estrechos, sin contar con el ajetreo del aeropuerto y las largas horas de espera; todo es un cúmulo de situaciones desagradables que pueden llegar a fastidiarte. Por ello, aquí te damos algunas opciones que te ayudarán a evitarlas.
Ve por tus bebidas
Quizá ya pasó el carrito del bar, pero tú sigues teniendo sed. No esperes hasta que pase de nuevo, ve tú mismo a buscar un poco de agua o a dejar tu basura. Pararte y moverte al menos una vez cada hora ayudará a que las articulaciones se mantengan en movimiento.
Realiza algunos estiramientos antes de abordar
¿Hay fila para abordar? Haz algunos estiramientos mientras esperas para mitigar los efectos de la altitud, así como la incomodidad de los asientos estrechos.
Ejercítate mientras llegan las maletas
Si estás esperando para recoger tu equipaje, podrías hacer algunos ejercicios mientras eso sucede. Párate sobre una pierna, no bloquees la rodilla y mantén las caderas niveladas. Realiza una inclinación pélvica para evitar arquear la espalda. Haz entre cinco y 10 repeticiones, sosteniendo cada una por dos segundos. Repite con la otra extremidad.
No pierdas tiempo mientras esperas tu vuelo
Haz del aeropuerto un gimnasio. Si tienes tiempo adicional antes del viaje o estás esperando una conexión, muévete. “Los músculos rígidos, doloridos y apretados no son, desde luego, forma de comenzar o terminar unas vacaciones”, comenta Jason Ramdeen, fisioterapeuta y practicante de estiramientos en Stretched Out, Inc., en Brooklyn, Nueva York. “Ya sea que estés o no en un avión, mantenerse sentado demasiado tiempo puede ser extremadamente perjudicial para el cuerpo. Cuanto más te muevas, más flujo de sangre y oxígeno tendrán los músculos”.
Considera también hacer unos desplantes en la sala de espera para aflojar los músculos. “El simple acto de usar los glúteos para extender el seguimiento de la pierna trasera, ayuda a mantener abiertos los músculos psoas-ilíaco y sartorio”, explica Diane Waye, especialista en AIS y propietaria de Stretching by The Bay.
Haz un pequeño cambio
Después de una hora, aproximadamente, de estar confinado en algún cuarto pequeño, el cuerpo comienza a ponerse rígido e inquieto, por lo que es importante mantenerse flexible y fluido. No solo estarás más cómodo, sino que ayudarás a evitar dolencias como coágulos de sangre, mareos y dolor de espalda. Si ya te has levantado varias veces para caminar por el pasillo, prueba estos estiramientos de silla discretos, que tu compañero de asiento apenas notará:
- Inclina la cabeza de hombro a hombro.
- Gira los tobillos.
- Rueda los hombros hacia atrás y hacia adelante.
- Haz un giro espinal sentado.
- Tira de las rodillas hacia el pecho.
- Alcanza los dedos de los pies.
- Agarra ambas manos y levántalas hacia techo.
“Incluso puedes hacer el ejercicio gato-vaca cuando estés sentado”, dice Waye. “Inhala mientras pones recta la columna vertebral. Luego exhala mientras arqueas la espalda y llevas el ombligo hacia la columna. Esto y las rotaciones espinales también son buenas para la digestión, que a menudo se ve afectada por los viajes”.
Usa medias de compresión
Es un remedio de la abuelita, pero funciona. La evidencia ha demostrado que este tipo de calcetines, más ajustado que el promedio, ayuda enormemente durante los viajes aéreos. La idea es que la sangre circule de regreso de las piernas al corazón, lo que reduce la hinchazón en los pies y disminuye el riesgo de coágulos sanguíneos. Los tobillos hinchados pondrían a cualquiera de mal humor, por lo que te sugerimos usar un par de estas medias tan pronto como tomes asiento.
Postura correcta en el avión
Para evitar encorvarse y estar hiperflexionado en los asientos del avión, Waye sugiere llenar el espacio entre la cabeza y las caderas con una chaqueta, manta o almohada. “Rellena el espacio para que tu cabeza no sea empujada hacia adelante por la cabecera y la espalda no esté redondeada. Y coloca algo debajo de las caderas para hacerlas más altas que las rodillas”.
*Este artículo no pretende sustituir el consejo médico informado. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud o condición. Siempre consulta con tu doctor antes de cambiar una dieta, alterar tus hábitos de sueño, tomar suplementos o comenzar una nueva rutina de ejercicios.