5 tips evitar la procrastinación

Cinco tips para evitar la procrastinación

Después de haber tenido una relajante hora para comer, puede resultar difícil regresar a trabajar en una tarea que no se terminó. También es muy fácil posponer tu entrenamiento cuando en Netflix hay al menos tres comedias románticas que aún no has visto: después de todo, ¿qué tanto es otro día sin ejercitarse?

Lawerence Needleman, psicólogo del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, dice que la procrastinación es ese conjunto de comportamientos en los que nos involucramos cuando queremos estar cómodos y evitar el trabajo duro.

“Esperamos sentir motivación en lugar de realizar las actividades porque el resultado de hacerlas es consecuencia de objetivos y valores más amplios en el largo plazo”, señala. “También generamos excusas para no realizar la tarea, las cuales parecen muy razonables, pero en realidad son una evasión”

Cuando empiezas a hacer una tarea, como limpiar tu armario o preparar la comida de la semana, Needleman dice que el primer paso es reconocer ese empujón de la mente. “Agradece sinceramente a tu mente por intentar ayudarte a sentirte más cómodo.”

Sentirte un poco incómodo está bien: es parte del proceso de superar la procrastinación. Es hora de aceptar esos sentimientos de pavor y aprender a hacer más cosas. Considera las siguientes como herramientas sugeridas por expertos para lidiar con la procrastinación.

Agenda adecuadamente. Si eres despreocupado en cuanto al momento en que debes realizar alguna actividad (planeas hacer esa llamada a tu abuela “en algún momento de junio” u obtener el pasaporte justo antes de realizar un viaje) terminarás por hacerlo todo en el último minuto.

Por el contrario, si eres demasiado ambicioso, es posible que te pierdas entre actividades porque tu agenda se satura fácilmente

“Da un vistazo realista a tu horario y reserva tiempo para trabajar en cada tarea o proyecto”, dice la psicóloga Cheryl Carmin, con el fin de organizar tus planes y no dar cabida a cambios por los cuales necesites postergar actividades.

Comienza aun cuando no te sientas preparado. Needleman dice que mucha gente espera para sentirse inspirada, motivada o emocionada con un proyecto o desafío antes de entrar de lleno. Por desgracia, ese sentimiento puede que nunca llegue.

“Mantente dispuesto a comenzar la tarea aun si no te sientes preparado, crees que no tienes energía o sientes miedo, cuando tu mente está generando excusas para evitarlo o retrasarlo”, señala. “No esperes a convencer a tu mente de comenzar la tarea porque podría ser una batalla imposible de ganar. Puedes sí, en cambio, dejar de lado esa lucha y simplemente comenzar”.

A menudo, el comportamiento precede a la motivación, promete Needleman. “Una vez que comienzas, a menudo ganarás impulso y te sentirás con más energía”.

Desafía tus excusas. En ocasiones tendrás en frente un gran proyecto para cuya realización necesitarás (o dispondrás) de mucho tiempo para completarlo, como una actividad cuya fecha límite esté aún lejos o el entrenamiento para un medio maratón.

En estos casos, es fácil posponer actividades con las que no tendrás que ocuparte mañana, por lo que Needleman sugiere que te concentres en la verdadera motivación, el porqué de lo que estás haciendo, más que en la tarea en sí.

“Si una excusa para posponer es ‘trabajo mejor bajo presión’, considera los costos de dejar todo para el último momento, como el estrés y los errores”, dice. “Haz el siguiente experimento: comienza pronto y ve realmente qué funciona mejor”.

Es posible que te sorprendas y descubras que tu deseo de posponer las cosas te ha estado engañando.

Establece un contrato de 15 minutos contigo mismo. Si estás trabajando en un proyecto grande que requiere mucho tiempo, como limpiar un garaje muy desordenado o redactar una tarea de 10 páginas como cierre de semestre, pacta contigo mismo para comenzar, aunque sea por un tiempo corto.

“Utiliza una regla de 15 minutos”, sugiere Needleman. “Todo lo que tengo que hacer es dedicar 15 minutos a esto y luego hacer una pausa si lo deseo”. Si los primeros 15 minutos van bien y estás comenzando a tomar impulso, vuelves a empezar y continúa hasta que estés realmente cansado, mental y físicamente.

Date cuenta de cuándo está bien decir que no. Tal vez te comprometiste a editar el CV de un amigo o estás tratando de encontrar tiempo para ver a un conocido del trabajo porque te pidió ayuda. Carin dice que evaluar tus prioridades puede serte útil. A veces, estás postergando las cosas porque no valoras lo que tienes que hacer ni su propósito.

“Piensa: ¿es la tarea que realmente quieres hacer?”, dice. “Sé consciente de tus compromisos y de tu interés en la tarea, y comprende que está bien decir no”.

No todas las tareas tienen que traer algún beneficio. Pero decir no a algunas tareas que no están en línea con tus valores puede liberar más energía y espacio en el calendario para trabajar en los desafíos que si lo están, de modo que no termines retrasando tus proyectos y metas personales por ayudar a los demás. Mereces priorizarte a ti mismo.

*Este artículo no pretende sustituir el consejo médico informado: no utilices esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud o condición. Antes de cambiar tu dieta, alterar tus hábitos de sueño, tomar suplementos o comenzar una nueva rutina de ejercicios, consulta siempre a tu médico.

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