Todo es risa y diversión durante las fiestas decembrinas hasta que llega la cuesta de enero que, según expertos, ahora se extiende hasta marzo. Además de los clásicos propósitos de año nuevo, la crisis económica nos obliga a replantear nuestras finanzas y buscar maneras de ahorrar.
En 2023 el reto es mayor pues que los costos de los alimentos se han disparado, pero eso no significa que debamos renunciar a una alimentación saludable. Un plan alimenticio es una excelente forma de contrarrestar estos aumentos. Te compartimos estos consejos para que la alimentación sana no arruine tu economía.
- Usa lo que tienes en casa. Antes de ir al supermercado o hacer tu pedido en internet revisa qué alimentos tienes en la alacena y considéralos para las próximas comidas. Seguro te ha pasado más de alguna vez que te encuentras en tu refri vegetales que compraste pero olvidaste por semanas enteras. A la mayoría nos ha pasado pero en tiempos de crisis no podemos permitirnos eso porque básicamente es tirar dinero. Entonces, para evitar esos desperdicios este es nuestro consejo más importante: realiza un inventario semanal y planifica tu menú en consecuencia.
- Prioriza los productos perecederos. Siguiendo con el hábito de estar alertas para no desperdiciar comida, ten cautela con los alimentos frescos como espinacas, lechuga u otras verduras que tienden a marchitarse rápidamente. Puedes mezclarlas en una sopa, salsa o crema y guardarlas en la nevera para que duren más. Así tendrás complementos deliciosos y nutritivos listos para calentar y acompañar el resto de tus comidas. Considera también en tu plan alimenticio verificar las fechas de vencimiento de los lácteos y si están en riesgo puedes elaborar postres helados o pan, por ejemplo.
- Come menos carne. La carne es deliciosa pero hay que admitir que es más cara que cualquier otra cosa. Incluir res, pollo o pescado en nuestro plan alimenticio aumenta la cuenta excesivamente. Estamos tan acostumbrados a comer carne que creemos que nuestra dieta está incompleta sin ella pero la realidad es que existen otras opciones para agregar proteínas a nuestros platos. Algunos días puedes reemplazarla con frijoles. También están la quinoa, la chía, las lentejas o semillas de calabaza. Diversificar la composición de tus platillos aumentará tu ingesta de fibra. Finalmente, aunque el precio de los huevos se ha elevado en todo el país, siguen siendo una de las fuentes de proteína menos costosas comparada con la carne.
- Haz compras inteligentes. Tómate unos minutos para revisar los anuncios semanales en línea de tu supermercado favorito, o suscríbete para recibirlos por correo electrónico. Además de ahorrar dinero podrás armar un menú basado en alimentos de temporada. Ten cuidado de no emocionarte demasiado con los descuentos, es decir, compra por mayoreo solo alcanzarás a consumirlos. Quizá no haya problema con el arroz, los frijoles o productos enlatados pero tal vez una caja gigante de nueces pueden enranciarse y convertirse en dinero mal gastado.
- Sé Flexible. Si bien hemos hablado de la importancia de tener un plan alimenticio cuando se trata de ahorrar dinero es importante ser flexibles y estar abiertos a sustituir ingredientes por otros que estén en oferta, por ejemplo si tu plan alimenticio incluye una receta con carne molida, pero el pavo molido está en oferta, puedes cambiarlo. Finalmente, las mejores recetas nacen de la experimentación, así que no tengas miedo de probar algo diferente.
- Cultiva en casa. No es necesario tener un jardín enorme para cultivar perejil, menta, orégano o albahaca, simplemente necesitas agua fresca y sol. Inclúyelas en tu plan alimenticio siguiendo estos pasos: coloca los tallos de las hierbas sobrantes en una jarra de agua fresca y ponlos en un área soleada, cerca de la ventana de la cocina, por ejemplo. Cambia el agua regularmente, los tallos deberían volver a florecer en un periodo de 10 días aproximadamente.
Estos consejos podrían parecer pequeños pero verás cómo al final de mes, todo suma. ¿Qué otras estrategias te han funcionado para ahorrar y mantenerte sano? Recuerda que puedes llevar un registro de tus alimentos diarios a través de la aplicación de Fitbit para un seguimiento más puntual de los avances o retrocesos de tu plan alimenticio.